- Ahora mismo estás rodando en Barcelona la segunda temporada de Merlí. ¿Hasta cuándo estaréis trabajando aquí?

Empezamos a grabar en mayo y nos estaremos hasta finales de julio, sí.

- ¿Qué localizaciones de rodaje se han elegido en esta ocasión? ¿Volveremos a vivir muchos momentos clave de la serie en el instituto? ¿O se ha expandido el rodaje a otros espacios públicos de la ciudad?

Pues sí, hemos rodado, como en la primera temporada, en la antigua Escuela Menéndez Pidal de Horta y los exteriores de la escuela Verge de Montserrat, también de Horta. Ya os puedo adelantar que en esta temporada rodaremos también en un centro comercial de Barcelona, ​​en el barrio de Sarrià pasarán muchas cosas, también en una bolera de la ciudad, a varios almacenes de la Zona Franca...

- Ya sé que nunca se pueden avanzar muchas novedades de la próxima temporada...

Puedo decir que habrá nuevos personajes, habrá que se marchan y los hay que entran nuevos. Sobre todo serán profesores, tendremos una alumna nueva y también contaremos con la intervención de nuevos padres de los alumnos de Merlí, que darán bastante juego a la acción. Habrá muchas sorpresas. Estas nuevas incorporaciones darán mucho que hablar, ya veréis. Seguro que chocarán con el espectador.

- La estructura, donde en cada capítulo un hay un filósofo que plantea una cuestión concreta que se convierte en el hilo conductor, ¿se seguirá en esta segunda temporada?

Sí, contaremos con nuevos filósofos y filósofas, que introducirán el tema general del capítulo. Serán muchos temas importantes y chocantes, que removerán al espectador.

- Y todo esto lo podremos ver a partir del 19 de septiembre, ¿verdad?

Efectivamente, al volver de las vacaciones.

- Barcelona tiene un papel muy importante en la serie. ¿Qué visión de la ciudad crees que se quiere dar?

Barcelona está plenamente vinculada a la vida de los estudiantes de Merlí, de sus familias. Las localizaciones todas están en la ciudad y eso hace que la trama sea muy cercana. Es el telón de fondo de la historia.

- ¿Conoces la tarea de la Barcelona Film Commission, la oficina de atención a los rodajes de la ciudad?

Sí. No se podría rodar sin ella, sirve para facilitar y promover los rodajes en el territorio, en este caso en Barcelona.

- ¿Cómo valoras su tarea?

Siempre es bueno que haya facilidades para ayudar a la industria audiovisual y que se pueda apoyar este sector, que falta le hace.

- ¿Qué crees que tiene Barcelona como ciudad que acoge rodajes, que no tengan otras localidades?

Urbanísticamente, es una ciudad muy variada con microcosmos muy diferentes. Esto la hace muy atractiva. Los contrastes que ofrece, su vertiente mediterránea y los barrios marítimos vs. la Barcelona vieja, el Gótico, los barrios más off, más canallas, el Raval, la Rivera, después Collserola... Barcelona tiene un paisaje muy variado y humano. Se pueden contar muchas historias diferentes. Tiene mucha fuerza y ​​personalidad, a nivel visual hay muchísimas localizaciones donde se puede sacar mucho jugo.

- Hablemos ahora de otros proyectos en los que estés trabajando.

Pues este 2017 se estrenarán dos producciones en las que he participado. La primera es Contratiempo, de Oriol Paulo, donde he tenido el placer de trabajar con Mario Casas y Bárbara Lennie.

También se estrenará El Guardián Invisible, dirigida por Fernando Gómez Molina, y adaptación de los libros de la Trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, una producción potente con muchos lugares de rodaje diferentes y espectaculares.